Se ahoga el océano: ¿qué es la zona muerta del Golfo de México?
Se piensa que la principal fuente de oxígeno que tenemos para vivir son los árboles, pero estamos equivocados, los océanos son los principales pulmones del planeta. Lamentablemente debido a la contaminación, parte de ese oxígeno se está perdiendo y la vida marina dejando de vivir.
Si bien los árboles son una parte importante de la biósfera para poder respirar, no es la principal fuente de oxígeno, el océano se lleva el primer lugar. La clave del equilibrio de la vida en el planeta se encuentra en las profundidades del mar y, desde ya hace unos años, algunas regiones marinas están teniendo graves problemas debido a la contaminación.
Un sector que representa esta explicación es la llamada zona muerta del Golfo de México, una región de agua que se encuentra frente a Luisiana y Texas, al sur de los Estados Unidos en la cual no puede proliferar la vida marina, por la escasez de oxígeno.
Cada año esta zona cambia su tamaño debido principalmente a la cantidad de contaminantes que llegan al Golfo de México a través de la descarga de ríos como el Mississippi, quien cruza a EE.UU. de norte a sur, pasando por muchas ciudades, pueblos y zonas agrícolas.
La longitud promedio de esta área, es de aproximadamente 13.934 km2, pero este año ha crecido más que el promedio, abarcando una extensión de 16.400 km2, según lo ha demostrado un estudio realizado por un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Luisiana, del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana y la NOAA.
“La distribución del oxígeno disuelto en el agua en baja cantidad, fue inusual este verano, las condiciones de niveles bajos de oxígeno ocurrieron en aguas muy próximas a la costa y muchas observaciones mostraron una falta de oxígeno casi total”, declaró Nancy Rabalais, científica que lideró el estudio.
Con estos resultados tan alarmantes, diversos científicos y autoridades de EE.UU. se han puesto como objetivo contener la zona muerta a un nivel inferior a los 5.000 km2, ya que en los últimos cinco años, la extensión ha sido en promedio 2,8 veces más grande que ese objetivo, una tendencia preocupante.
Pero, ¿cuáles son las causas?
La falta de oxígeno, también conocida como hipoxia, es un fenómeno que se crea por la escorrentía de nutrientes, principalmente por la aplicación desmedida de fertilizantes en los campos agrícolas que finalmente terminan siendo vertidos al mar.
Un exceso de nutrientes fluye hacia el Golfo de México y estimula el crecimiento excesivo de algas, que mueren y se descomponen. Durante este proceso, las algas consumen mucho oxígeno, reduciendo drásticamente el nivel disponible para la vida marina.
Debido a esto, se están realizando acciones para reducir la escorrentía de fertilizantes y otros contaminantes que contribuyen a este problema con las algas, por lo cual la NOAA destaca la iniciativa, pero hace énfasis en que es necesario también tomar en cuenta los efectos del cambio climático para lograr avances.
“Este año hemos visto una y otra vez la profunda repercusión que el cambio climático tiene en nuestras comunidades, desde una sequía histórica en el oeste, hasta eventos de inundaciones. El clima está vinculado directamente con el agua, incluyendo el flujo de la contaminación de nutrientes hacia el Golfo de México”, señaló Radhika Fox, de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA)
Consecuencias y posibles soluciones
Varias especies y sistemas ambientales se encuentran comprometidos por la expansión de la zona muerta, pues la escasez de oxígeno provoca la pérdida del hábitat de los peces y los fuerza para trasladarse a otras áreas y sobrevivir.
Además de estas consecuencias ambientales, el crecimiento de la zona muerta tiene impactos económicos que afectan a los pobladores de la región del golfo, como la disminución de las capacidades reproductivas en las especies y una reducción en el tamaño promedio de los mismos, siendo la pesca una de las actividades principales en el sector.
El grupo de investigadores contra esta grave escasez de oxígeno, apunta a que una forma de reducir la contaminación, es establecer acuerdos con autoridades locales y agricultores, para un mejor manejo de químicos que terminan en los afluentes de agua. Pero si no se toma enserio esta problemática tan grave para la vida marina y humana, el riesgo es que esta zona sin vida del Golfo de México siga extendiéndose, es inminente.
Y lamentablemente, no solo es esta región la que tiene estos efectos adversos, se calcula que existen más de 500 zonas muertas en el mundo y que la cifra aumenta año tras año provocando graves consecuencias a la vida existente en el planeta.