Perilhelio y afelio: ¿afectan el clima de nuestro planeta?
En base a los comportamientos de la órbita terrestre y la inclinación del eje de nuestro planeta, veamos si realmente influye la distancia al Sol en nuestro clima. ¿Tienes dudas sin resolver sobre esto? Te invitamos a leer el siguiente artículo.
El Sol se encuentra a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra: es el centro de nuestro sistema solar y calienta nuestro planeta lo suficiente para que los seres vivos puedan desarrollarse. En efecto, la Tierra está dentro de la llamada “zona habitable”, región alrededor de una estrella en la que la radiación incidente en el planeta rocoso permite la presencia de agua y otras condiciones de presión y masa necesarias para la vida. El Sol origina el ciclo hidrológico al favorecer la evaporación constante de agua, que llega a la atmósfera para retornar después a la Tierra. Sin lugar a dudas, es nuestra fuente de vida.
Pero, ¿crees que la distancia al Sol pueda afectar el clima de nuestro planeta? Antes aclararemos que la órbita terrestre no es perfectamente circular, y si lo fuera nunca cambiaría la distancia entre ambos. En realidad es una elipse ligeramente alargada, por lo que esta distancia va variando a lo largo del año. A principio de enero se alcanza el perihelio (distancia mínima al Sol) y a principio de julio el afelio (punto más alejado).
Quizás la lógica incita a pensar que en perihelio la Tierra estaría más caliente que en afelio. Pero no es así: la cantidad de energía que recibimos del Sol (constante solar) permanece sin cambios considerables, teniendo en cuenta que la diferencia de distancia entre ambos puntos es de 5 millones de kilómetros, poco en comparación con la total.
Hace poco se hicieron virales falsas suposiciones sobre el próximo afelio, que será el 4 de julio. Se cree que por estar más alejados del Sol, las temperaturas en la Tierra descenderán, pero esto no afecta el clima. Recordemos que las estaciones no ocurren por la distancia entre la Tierra y el Sol.
Estaciones del año: ¿por qué ocurren?
Nuestro planeta gira sobre su propio eje, inclinado unos 23,5 grados respecto a su órbita alrededor del Sol. Esta inclinación es, precisamente, la responsable de las estaciones del año. “Como la Tierra orbita alrededor del Sol, su eje inclinado siempre señala en la misma dirección. Por ese motivo, durante el año, diferentes partes de la Tierra reciben los rayos directos del Sol”, comenta la NASA.
Pronto llegará un cambio de estación con el solsticio de junio. Durante este día el polo norte gira para inclinarse hacia el Sol: el hemisferio norte recibe la radiación en un ángulo bastante directo, lo que permite que haya más horas de luz que de oscuridad, y lo contrario ocurre en nuestro hemisferio. Oficialmente, comienza el invierno austral el 21 de junio, lo que hará que las noches sean más largas que los días durante esta época del año.
¿Y si la Tierra no estuviera inclinada?
Se cree que hace millones de años un objeto de gran tamaño impactó la Tierra e hizo que se desplazara de su centro. Si este choque no hubiera ocurrido, nuestro planeta no tendría esta inclinación, y por tanto, no habría estaciones. Cada día sería un “equinoccio eterno'', puesto que todo lugar de la Tierra tendría alrededor de 12 horas de luz solar al día. Seguiría siendo cálido en el ecuador y frío en los polos. Las áreas que actualmente presentan estaciones húmedas, secas, cálidas y frías tendrían un tiempo atmosférico bastante constante durante todo el año. Simplemente sería distinto. Si eres amante de los cambios estacionales, no tendrías la oportunidad de disfrutarlos.