Tendencia mensual climática: ¿Abril, lluvias mil?
El dictado popular, aunque no sea originalmente creado en nuestro país, se conoce desde la época de los abuelos de nuestros abuelos. Pero, ¿será que este año se cumplirá? Te invitamos a descubrirlo.
A pesar que el COVID-19 es la mayor preocupación mundial en estos momentos, en el país hay también muchos preocupados por lo que pasará si en este otoño-invierno la lluvia no llega como debiera a la zona central del país. Las 'lluvias como las de antes', se están volviendo un misterio para las nuevas generaciones, que nos miran extrañados cuando hablamos de ellas.
Muchos estamos cruzando los dedos para que los pronósticos climáticos se equivoquen con lo que predicen para los próximos meses, sobre todo, para la zona central, que es una de las más afectadas con el déficit de precipitación.
Lamentablemente, todo apunta a que las lluvias nuevamente llegarán con cantidades levemente abajo de lo normal. La tendencia, dada por los modelos climáticos, nos sugiere que, en el mes de abril, los sistemas frontales continuarán quedándose por el sur del país, por lo que se hace muy difícil su avance al norte de la región del Biobío.
La constante batalla de las masas de aire frío es ganarle espacio al Anticiclón del Pacífico, que, a lo que los modelos de más corto plazo indican, se intensificará en los próximos días, favoreciendo la formación de la baja costera y el aumento de las temperaturas en el centro del país.
Es probable que esta condición no se mantenga durante todo el mes, y si tengamos uno o dos sistemas frontales que avancen hasta el Ñuble, con los cuales, el viento del sur post frontal haga bajar las temperaturas un poco más, principalmente, en las mañanas.
En el norte, las precipitaciones van en disminución, aunque todavía podemos tener algunas sorpresas durante el comienzo de mes. Las anomalías positivas de temperatura en el Altiplano dejarán la atmósfera inestable por más algunas semanas.
¿Se viene La Niña?
Los resultados de los modelos de dinámicos de pronóstico de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) divulgados por el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI por su sigla en inglés) de la Universidad de Columbia, nos indican una tendencia hacia La Niña en los meses de invierno y primavera. A pesar de esto, los modelos probabilísticos dan una baja posibilidad de que esto ocurra, tendiendo más hacia un periodo gobernado por una condición neutral en el Pacífico ecuatorial.
Al acercarse la estación de transición, se hace un poco más complicado que los modelos predictivos dinámicos para ENSO capturen con alto grado de acierto su evolución. De ahí que, a pesar que ellos nos muestran una disminución de la temperatura del agua de mar en la región de El Niño, es de esperarse que los valores se mantengan dentro del rango ±0,5 ºC. Esta situación hace con que necesitemos dar más atención a las oscilaciones atmosféricas de más corto plazo.
La condición es preocupante cuando se trata de volver a los volúmenes normales de precipitación para los próximos meses, en especial, para la zona central de Chile, tan afectada por la megasequía, y que enfrenta una crisis hídrica que compromete la producción de alimentos, y de continuar, el abastecimiento de agua para consumo residencial.